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lunes, 23 de julio de 2012

Displasia de cadera


Podemos definir la displasia de desarrollo de cadera como un cuadro clínico de
inicio variable, definido como la formación anormal de la articulación coxofemoral
entre la fecha de la organogénesis y la maduración. Las manifestaciones clínicas del
proceso se pueden considerar como un espectro en tiempo e intensidad.
Hasta hace poco este proceso conocido como luxación congénita de cadera se
ha sustituido por el actual de displasia del  desarrollo de cadera. Se ha sustituido el
término congénito por desarrollo, ya que en ocasiones la cadera normal al nacimiento
puede presentar anormalidades mas tardías. Además se acepta que al pasar el tiempo se
producen cambios con lo que una cadera subluxable al pasar el tiempo puede estar
luxada.
Dentro del espectro de inestabilidad deberiamos distinguir:
    • Caderas subluxables o laxas: la cabeza femoral se desliza en el acetábulo,
       y en reposo esta apoyada en el piso del acetabulo.
    • Caderas subluxadas: la cabeza femoral se desplaza dentro del acetábulo,
       pero a diferencia de la anterior, la cabeza se aleja del piso del acetábulo.
    • Caderas luxables: La cabeza del fémur esta dentro del acetábulo si esta
       en reposo, pero es posible desplazarla manualmente fuera de esa cavidad con un clunk
       palpable.
    • Caderas luxadas: estan en posición anormal, incluso en reposo.









Mas informacion

lunes, 16 de julio de 2012

Diagnóstico del ACV con neuroimágenes


Aunque la historia clínica y el examen neurológico son casi siempre suficientes para hacer el diagnóstico de apoplegía, la crucial diferenciación entre ictus hemorrágico e isquémico sólo puede establecerse con neuroimágenes, como la tomografía axial computadorizada (TAC) y la resonancia magnética (RM). La principal ventaja de la TAC sobre la RM  radica en su rapidez y disponibilidad. Sin embargo, la utilidad diagnóstica de la RM supera ostensiblemente a la de la TAC. 
Por ejemplo, los cambios isquémicos pueden detectarse de manera más conspicua y precoz mediante RM. De hecho, la  extensión del daño cerebral irreversible y del tejido que corre riesgo de infartarse pueden ser demostrados al combinar las  secuencias de difusión y perfusión. La RM del paciente con ataque  cerebrovascular isquémico generalmente demuestra un  tamaño y localizacion desigual entre los defectos de difusión y perfusión. Cuando la lesión en las imágenes de perfusión  es mayor que el defecto de difusión asociado, se utiliza por convención la palabra “discrepancia” o “desigualdad”  (“mismatch”). La discrepancia entre difusión y perfusión (difusión menor que perfusión) anuncia la presencia de  tejido cerebral hipoperfundido, a riesgo de infartarse y por tanto, es útil para guiar la terapia.




Translucencia Nucal

La ecografia del primer trimestre tiene por objteto el diagnostico temprano de anomalias estructurales, en el caso de la translucencia nucal se a descrito que puede estar presente en algunas patologias como ser sindrome de Dow, sindrome de Turner entre otras este estudio debe de realizarse concretamente entre las 10 a 14 semanas para realizar una mejor pesquisa

Rendimiento de la ecografía abdominal en el Dx de Apendicitis


Introducción
Aunque la apendicitis aguda es la primera causa de abdomen agudo en la infancia, el diagnóstico continúa siendo difícil en algunas ocasiones. En los casos en que existan dudas diagnósticas la ecografía abdominal es una herramienta útil, de rápida realización y accesible en la cabecera del enfermo.

Objetivo

Evaluar la eficacia en nuestro medio de la ecografía abdominal para el diagnóstico de apendicitis aguda.

Pacientes y métodos

Estudio retrospectivo, entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2011, de todas las consultas en el servicio de urgencias por dolor abdominal indicativo de abdomen agudo, en los que se realizó una ecografía abdominal para descartar apendicitis aguda.
Resultados
Consultaron en nuestro servicio 4.217 niños por dolor abdominal. Se realizó ecografía en 528 niños. De éstos, en 308 niños la exploración ecográfica se llevó a cabo para descartar el diagnóstico de apendicitis aguda. De los 308 pacientes que reunieron los criterios de inclusión en
el estudio, en 112 ocasiones la ecografía fue indicativa de apendicitis aguda y en 196, normal. En 16 pacientes el diagnóstico ecográfico fue discordante con el diagnóstico final. En 8 pacientes el informe ecográfico de apendicitis y laparotomía en blanco. Los otros 8 niños restantes con ecografía informada como normal y diagnóstico quirúrgico de apendicitis aguda. Con estos datos, el rendimiento global de la ecografía para el diagnóstico de apendicitis aguda que se obtuvo en el presente estudio se tradujo en una sensibilidad del 96,6 %, especificidad del 95,9 %, un valor predictivo positivo del 86 % y un valor predictivo negativo del 95,9%.

Conclusiones

El rendimiento global de la ecografía abdominal para el diagnóstico de apendicitis aguda en nuestro medio es aceptable. La presencia de falsos positivos y negativos, aunque mínima, obliga a valorar la utilización de otras pruebas diagnósticas